VILLA ROMANA DE LA ONTAVIA
La Ontavia es un yacimiento arqueológico que forma parte del patrimonio cultural de Castilla La Mancha. Entre los años 2007-2014 el monumento ha sido objeto de varias mejoras para la adecuación y restauración del yacimiento. Las excavaciones arqueológicas realizadas han sacado a la luz interesantes datos sobre la cultura del mundo romano que un día habitó en la zona del Campo de Montiel.
CURIOSIDADES
El Yacimiento Arqueológico de las Termas Romanas de la Ontavia está declarado como Bien de Interés Patrimonial (BIP) desde julio de 2017.
ACCESO
Actualmente las visitas al Castillejo del Bonete son bajo demanda. Puedes solicitar una visita en el teléfono 926 38 73 60 o a través de este formulario.
HISTORIA
Se trata de un yacimiento romano, tardoantiguo y medieval excepcional, situado junto a la Vía de los Vasos de Vicarello. El yacimiento cuenta con dos fases principales, que son:
A.- Villa. En este yacimiento se han localizado y estudiado una serie de estructuras que corresponden con la Pars Urbana de una villa, más concretamente, las estancias de la misma destinadas al baño: el Balneum. El edificio podría encuadrarse dentro un abanico temporal que abarca desde el siglo II hasta el V de nuestra era, momento en que estas estructuras deben suplir las instalaciones de servicios balnearios de edificios públicos urbanos. Las dimensiones del complejo termal detectado (alrededor de 200 m2) nos hablan de unas instalaciones de tamaño notable, en relación directa a las necesidades del número de bañistas que utilizaban el balneum, así como a las posibilidades del dueño de la villa.
Los baños de esta villa se adaptan a un plan lineal angular de recorrido retrogrado y cuenta con apodyterium, frigidarium, tepidarium, caldarium con praefurnium, sudatio y prognigeum.
B.- La necrópolis. Se sitúa sobre las estructuras amortizadas del complejo termal. El estudio de los enterramientos, dieciocho en total, no dieron resultados óptimos, ya que la mayoría se encontraban en un estado de conservación muy malo. Éste se debe a que gran parte de ellos se encontraban saqueados en el momento de la intervención. Aunque la necrópolis se hallaba muy expoliada, se pudieron establecer algunas conclusiones que arrojaron luz sobre el área cementerial.
El ritual de enterramiento es con el cadáver orientado en dirección oeste a Este (de cabeza a pies), en posición de decúbito supino, sin que se hayan detectado en el interior de la tumba más elementos que los restos óseos (salvo en la Tumba 10 y 18). Las sepulturas están separadas por calles, algo habitual para permitir el tránsito a los familiares de los fallecidos y a los encargados del área cementerial.